Supongo que si te hiciste esta pregunta es por que deseas adquirir un nuevo colchón ya que el que tenías está muy usado o simplemente tienes dolores lumbares que no te permiten dormir y crees que el colchón es el que está causando estas molestias. Un colchón es una pieza de almohadilla flexible que puede ser elaborada con distintos materiales. Pero a la hora de elegir por uno ¿por cuál nos decidimos?, ¿duro o blando? Realmente esto dependerá de lo que se está buscando a la hora del descanso.
Al ser llamado así hace creer a muchas personas que se habla de un colchón de piedra, o que sea extremadamente duro, y no es así. Se denomina colchón duro a los que son firmes, ya que este permitirá poder moverse libremente alrededor de él y las zonas de la espalda descansaran cómodamente.
Un colchón duro ayuda a mantener firme el cuello y la espalda, aunque exagerar con la dureza del colchón en realidad sería un desperdicio de dinero y un gran factor que en vez de ayudarnos nos perjudicaría.
No ofrece firmeza total, por lo cual el cuerpo estará tendido en una superficie donde el cuerpo no logre estar totalmente recto a la hora de dormir.
El uso de un colchón blando puede hacerse para casos de emergencia, ya sean viajes espontáneos o para un descanso cerca de la costa, pero no para el uso diario ya que podría estropear la estructura ósea de tu cuerpo. Aunque variedad de personas prefieren el uso de estos colchones por sentirlos más “cómodos”, eso queda a criterio de cada persona.
Si dejamos a un lado los gustos de cada persona o tal vez ocasiones especiales y hablamos en términos generales, el colchón duro siempre generará mejor descanso al cuerpo y lo más importante es que no provocará daños en la columna a lo largo del tiempo. Estos colchones brindan firmeza impidiendo el hundimiento del cuerpo y manteniendo la espalda recta.
El colchón duro para la espalda es ideal, a veces se suelen confundir o comparar con colchones ortopédicos, pero estos tienen unas funciones completamente diferentes, entre ellas impedir cualquier desplazamiento a lo largo de la espalda o el cuello, en caso de no tener ninguna lesión, hará que no haya un correcto descanso.
Para saber cuándo es el momento exacto en el que nuestro colchón antiguo ya no nos sirve, es cuando nuestra espalda y cuello se ven afectados por dolores, así como cuando tu sueño no es del todo reparador si no que sientes agotamiento por las mañanas, esos son indicios de que nuestro colchón ya no cumple su función y debemos cambiarlo.
De igual forma no es necesario esperar toda una vida o ver que el colchón esta deplorable para hacer el cambio, profesionales recomiendan hacer el cambio cada 8 a 10 años para mantener los beneficios que brindan.